Como su propio nombre indica, una factura rectificativa es una factura que sirve para ‘corregir los errores’ que se hayan podido producir en la factura original: en importes, numeración, fechas, etc., es decir, cualquier dato relacionado con la transacción. Te explicamos cómo hacerlas y cómo utilizarlas.
Cuando se emite una factura a un cliente ésta se registra en el sistema contable. Si, a posteriori, detectamos algún error en cualquier dato de la factura, no es posible modificarla o hacer una nueva. En estos casos, es necesario emitir una factura rectificativa que refleje los datos correctos pero, siempre, conservando la factura original ‘errónea’.
Cuándo utilizar una factura rectificativa
Como ya hemos comentado anteriormente, recurriremos a una factura rectificativa cuando en la original hay algún error. Los más frecuentes son:
- Error en los cálculos, por ejemplo, del IRPF o de IVA.
- Modificación del importe total de la operación.
- Error en los datos de identificación fiscal, sean del receptor o del emisor.
- Falta de datos obligatorios o de requisitos mínimos en la factura original.
- Devolución del importe, ya sea total o parcial.
Qué debe reflejar una factura rectificativa
Las facturas rectificativas cuentan con un sistema de numeración propio y se debe indicar claramente que es una factura rectificativa, preferiblemente, en la cabecera del documento. Además, debe incluir:
- El número y fecha de devengo de la factura original que se está rectificando.
- El número de factura rectificativa, que debe ser independiente de la secuencia que tienen las facturas originales.
- El detalle de la modificación, ampliación o corrección que se necesita realizar.
- Los demás datos obligatorios en una factura ordinaria, como:
- La fecha de emisión de la factura rectificativa.
- Los datos fiscales del emisor y el receptor.
- El concepto, en el que se menciona el producto o servicio comercializado.
- Tipo impositivo.
- Base imponible e importe total.
¿También para un abono se puede utilizar una factura rectificativa?
Desde 2013 la factura de abono se considera un tipo de factura rectificativa ya que, en definitiva, anula o corrige una factura ordinaria que ha sido emitida anteriormente.
Es decir, que también para los casos de, por ejemplo, devoluciones totales o parciales o recuperación del IVA de una factura impagada, utilizaremos facturas rectificativas.
Plazos para la emisión de una factura rectificativa
El plazo máximo para emitir la factura rectificativa es de cuatro años contados a partir de la fecha de devengo de la factura errónea. Aun así, la Agencia Tributaria recomienda emitirla lo antes posible. Entre otras cosas, porque si afecta al precio (y, por consiguiente, al IVA), la rectificativa hay que declararla en el modelo 303 y se ha de hacer en el trimestre en el que se produjo la modificación.
Un caso especial son las facturas rectificativas por impago. Cuando se produce un impago, la Agencia Tributaria permite emitir una factura rectificativa para recuperar el IVA. Ahora bien, los plazos dependen de si el impago se ha producido porque el cliente está en concurso de acreedores o, simplemente, porque no ha pagado. Estos casos los comentaremos en un futuro artículo de nuestro blog.
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